Recorriendo el mundo a golpe de maratones

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1 de noviembre de 2015

X. MARATÓN DE VENEZIA 25/10/2015 (3h 21' 23")

El gran atractivo de este maratón queda reducido a los últimos kilómetros, todo un espectáculo para los sentidos que se entremezclan con los sentimientos que fluyen siempre que terminamos la mítica distancia. Entrar corriendo a la hermosa ciudad para atravesar poco después la “Piazza San Marco” es un momento emocionante y una oportunidad perfecta para visitar una ciudad mágica por su singularidad e impresionante por sus valores históricos y arquitectónicos.

Sin embargo, y para ser sincero, el recorrido general de la prueba me produjo cierta decepción. Seguramente ligado a que en pocos momentos de la prueba me encontré fuerte y cómodo en los ritmos en los que iba rodando, pero analizando fríamente el recorrido, creo que es manifiestamente mejorable. La salida, situada en Stra (a 35 Kms. de la llegada) en unos jardines y palacete de cierto interés cultural, es bastante estrecha y colapsada, si bien se puede soportar y el problema se resuelve en un par de kilómetros. Nos esperaban 21 kilómetros de recorrido por la Riviera del Brenta, transitando entre magníficas villas y palacios. El camino se hace entretenido atravesando pueblecitos con toda su población volcada, muchos niños chocando la mano y mucha gente dando ánimos. Sin embargo, la prueba entra, antes de la media maratón, en una zona fea, en obras y más parecida a viejos polígonos que a un circuito de maratón. El entorno no mejora hasta llegar a Mestre donde, una vez más, la población, ya cerca de Venecia, se vuelca y da gusto atravesar el centro entre tanta animación. Aunque iba justo, podía seguir mis tiempos y todo iba según lo previsto.

Mi gran temor era la llegada al 'Parco de San Giulano' (Mestre), justo antes de enfilar la recta final a Venecia. Y puedo decir que se cumplió: Muchos desniveles y poca animación, como en todos los grandes parques, mucho sufrimiento para los corredores. Es el preludio de la entrada (muy cuesta arriba) al 'Ponte della Libertà', más de 5 kilómetros de carretera desierta, con un avituallamiento, que se hacen muy duros y en la peor etapa de la carrera (hasta el kilómetro 35). En este tramo solo piensas en llegar a Venecia y que el entorno emblemático y la gente puedan levantar el ánimo de los corredores... Ya había empezado mi cuesta abajo. El cuerpo no respondía, mi ritmo bajaba, y empezaba a alejarme del tiempo objetivo de 3h 15'. 

La entrada en Venecia no sólo no mejoró mi estado sino que, es una auténtica estafa. Se abandona el puente por un lateral que da a parar al Puerto y empieza un largo recorrido por polígonos, dársenas, zonas desiertas... ¿¿¿dónde está la Venecia que recorrí el sábado con las chicas??? Sólo a partir del kilómetro 40 se empiezan a vislumbrar los valores arquitectónicos del centro histórico, pero para mí,ya era tarde. Apenas puedo correr a 5 minutos el kilómetro (en los últimos 2 kilómetros perdí 60 puestos) y ni siquiera la entrada en 'San Marco' o la recta final, precedida de puente tras puente, que me recuerdan el sufrimiento de mis gemelos e isquiotibiales, consiguen animarme.


Por fin, la recta final. Miro a la izquierda, a la grada de honor, y allí están las chicas, en primera fila, esperándome. Nos saludamos y enfilo con una sonrisa (la primera después de muchos kilómetros) la entrada en meta. No se me olvida, es la décima y una más terminada con éxito, señalo con mis manos un 10 y traspaso la meta con el orgullo de haberlo conseguido. Ahora, en frío, creo que un cúmulo de factores no me dejaron hacer mejor tiempo (el turismo del sábado, pocas horas de sueño, salida muy rápida, la dureza del recorrido del kilómetro 30 al 39, etc.), así que espero acumular experiencia para la próxima... En Orlando (Disney - USA 2016)

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