Aprovechamos unos días de vacaciones en Semana Santa para recorrer Dinamarca en familia y, por supuesto, pasar por la pequeña ciudad de Aalborg, al norte, donde se disputaba un Maratón organizado por un Club de Amigos apasionados del running. Dinamarca es un país llano, lo sabe cualquier escolar del norte de Europa, no tiene montañas y, sin embargo, este grupo de amigos se empeñó en conseguir organizar una prueba de 42 Kms. con un perfil de lo más exigente. Para ello, tuvieron la fortuna de contar con el espacio que les cedió el ayuntamiento (sin cortes de tráfico) para celebrar su prueba: Los alrededores del zoo de Aalborg y el acceso a la Torre de Aalborg. Han trazado un circuito de 6.9 Kms que se inicia con una salida del bosque con recorrido de 800 metros y 6 vueltas al mencionado circuito.
Como en toda Maratón pequeña, la entrega del dorsal en la ‘Feria’ de la prueba está muy alejada de las que se celebran habitualmente. Este Maratón, tiene su cuartel general en un colegio (para aprovechar sus instalaciones) y el cobro de la inscripción fue en efectivo y el mismo día de la prueba (solo exigen una pre-inscripción previa por mail). No en vano, el máximo de participantes es de 300. Ya habíamos visto en el listado de inscritos que solo 3 corredores éramos de fuera de Dinamarca y lo más curioso fue que, uno de ellos, era de Bilbao. Como no podía ser de otra forma, nos encontramos con la familia de Bilbao en la recogida del dorsal e iniciamos una amistad que duraría durante toda la prueba. La hija estudiaba en Aarhus y el padre, corredor de maratones y pruebas de 100 Kms, estaba aprovechando una de las visitas para disputar la prueba.
Sin embargo, lo más duro estaba por llegar. Si con el recorrido relatado ya se podía considerar un perfil exigente, al terminar la mencionada recta que se adentraba en la ciudad, un giro a la derecha desembocaba en una cuesta interminable con un grado de inclinación importantísimo. Una cuesta que llevaba a la torre de Aalborg y que costaba subir andando, por lo que corriendo era un calvario que duraba más de 150 metros. La subida era terrible, con mucha gente animando y con muchos corredores incapaces de subir corriendo… Solo hacía falta pasar una vez para saber que las últimas vueltas del circuito, iban a convertir esta subida en dramática. Una vez arriba, otro giro en cuesta a la derecha y bajada directa a meta para completar una vuelta. Sólo faltaban 5…
La única ventaja del circuito de vueltas, es que las chicas se pudieron ir moviendo por diferentes partes del mismo y seguramente será el Maratón del que tenemos más fotos y que más nos hemos visto, cosa que se agradece por ambas partes. Creo que nunca se les olvidará mi frase cuando pasé por su lado tras completar la primera vuelta: ‘Están enfermos!!’ y es que hacía apenas unos minutos que acababa de subir la temible cuesta. Al pasar por el control la segunda vez, Almudena me dijo que iba en la posición 29º y solo una mujer iba delante mío (me adelantó como una bala en la primera vuelta). Y desde ese momento,mi misión consistió en controlar ritmos y apretar los dientes en cada subida para pasarlas lo mejor posible. Sobra decir que las vueltas 5ª y 6ª, sobre todo esta última, fueron muy duras: El cuerpo ya estaba muy castigado y tanto la cuesta larga y constante como la subida drástica del final, fueron una pesadilla. En ese tiempo, llegué a estar el 25º después de adelantar a 4 corredores, incluida la primera mujer, pero al final, en las 2 últimas vueltas, me superaron 3 que venían por detrás. Estaba pagando el esfuerzo.
Al final, una digna 28ª posición en 3h 32’ (el ganador hizo 3h 6’) y, sobre todo, un nuevo Maratón completado y con gran exigencia física. La medalla recibida, supo a gloria.
Próxima misión: Venecia’2015…
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