El gran atractivo de este maratón queda reducido a los últimos kilómetros, todo un espectáculo para los sentidos que se entremezclan con los sentimientos que fluyen siempre que terminamos la mítica distancia. Entrar corriendo a la hermosa ciudad para atravesar poco después la “Piazza San Marco” es un momento emocionante y una oportunidad perfecta para visitar una ciudad mágica por su singularidad e impresionante por sus valores históricos y arquitectónicos.