Recorriendo el mundo a golpe de maratones

Recorriendo el mundo a golpe de maratones
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28 de abril de 2012

III. MADRID 22/04/2012 (3:19:38 h)

Para un maratoniano en pañales como yo, Madrid es una prueba de fuego. Si además eres madrileño en el exilio, se convierte en un bonito reto que no puedes demorar mucho en tu historial de competiciones. En el año 2.012, además, la organización del mítico MAPOMA fue asumida por la "Rock and Roll Marathon Series" que ya organizaba 27 maratones en USA y 6 en Europa, así que el aumento de publicidad y atractivo de la prueba fue el empujón definitivo para inscribirme en la gran carrera de mi ciudad.

Para mí, la gran ventaja de Madrid era logística. La pérdida del reclamo de ir a una ciudad que ya conozco, porque es la que me vio nacer, se veía compensada porque no gastaría fuerzas haciendo turismo y porque podría cumplir, o intentarlo, horarios y rituales más estrictos de una competición, empezando porque íbamos a dormir en nuestro propio piso.

El sábado por la mañana, lo primero es lo primero. Se inicia el ritual de la recogida del dorsal. Aprovechando que prácticamente se inauguraba el fantástico parque de Madrid Río, fuimos desde de nuestro piso en Carabanchel andando hasta el Pabellón de La Pipa en la Casa de Campo entrando por el Lago y subiendo la cuesta de Batán. El paseo, aunque muy agradable, se convirtió en una caminata de más de 4 Kms. que no teníamos previstos. La Feria del Corredor de Madrid está muy bien organizada y es grande y variada. Además, llegamos justo en el momento en que mi "vecino" de Viladecans, @Carles Castillejo, campeón de campeones, estaba presentando la prueba y cuando le preguntaron por el decisivo partido de esa noche, FC Barcelona – Real Madrid, no se cortó en declarar su madridismo ante la ovación de (casi) todos los presentes. Un grande, @Castillejo.

Después de comer con la familia y dar otro paseíto por La Capital, nos reunimos con nuestros amigos de Mocejón (Toledo) en un restaurante para ver el famoso partido mientras cenábamos. La verdad es que salimos de allí eufóricos, fue uno de los partidos más cómodos del Real en Barcelona y, con el segundo gol de CR7, que sentenciaba la Liga, la euforia y los abrazos se desataron entre todos. Da gusto irse a dormir horas antes de los 42 kilómetros con tanta alegría en el cuerpo.

El domingo por la mañana, me levanté a las 05.30h y, sin hacer mucho ruido, desayuné mi pastel de hidratos y empecé a beber para llenar los depósitos. En esta maratón probé por primera vez los productos @Overstim y la verdad es que me dieron buen resultado, sobre todo el pastel de hidratos que te permite llenar los depósitos apenas comiendote un tercio y, además, su sabor a chocolate amargo me gusta. En el metro ya se podía sentir el ambiente MAPOMA, miles de corredores, aún con sueño, se dirigían a la línea de salida entre Cibeles y Neptuno. La organización era correcta, aunque para mucha gente de fuera suponía un engorro que el guardarropa estuviera en El Retiro (META) ya que no estaba muy bien indicado y, aunque no estaba lejos, sin conocer el terreno era complicado. Varios corredores me preguntaron cómo llegar.

A los organizadores se les ocurrió en 2.012 unir al maratón una carrera de 10 kms. para dar más ambiente a la prueba y para que, corredores que aún no están listos para la gran distancia, pudieran vivir parte del ritual maratoniano. Salimos todos juntos, sin demasiado desorden y respetando los cajones, hasta que en el Santiago Bernabéu nos separamos de los de 10 Kms. Yo me encontraba muy bien, fuerte físicamente y aún con el subidón del partido de la noche anterior, no sé si la euforia o el pastel de hidratos, pero algo tiraba de mis piernas. Me imagino que la suma de todo. El caso es que estaba corriendo la primera parte de la prueba (bien es cierto que la más asequible desde que se empieza a descender en Plaza de Castilla) en tiempos mucho más ambiciosos de los previstos. Tanto es así que, tras pasar por el Palacio Real ,tuve que parar un segundo a llamar a mi mujer que aún no había llegado allí, para que fuera directamente al segundo punto de encuentro porque por allí ya había pasado. Mi frase literal fue: "Voy como una moto". Venía de bajar por la calle Preciados, entrar en La Puerta del Sol (qué ambientazo!), pisar los adoquines de la calle Mayor y volar por delante de La Almudena y el Palacio Real. Es decir, un escenario espectacular que motiva a cualquier corredor. Impresionante Madrid.

Mi mente, al preparar la carrera, había reservado la zona más sosa a La Casa de Campo. Sin embargo me la encontré un poco antes. Bajando por el Parque del Oeste se entra en una carretera que zigzaguea, sin público y donde empecé a no encontrarme tan bien, las piernas empezaban a pesar y estaba pagando ya el inicio tan fuerte. Poco a poco me fui recuperando y llegué a la entrada a La Casa de Campo, kilómetro 25, a través de Madrid Río, ya más recuperado. Es cierto, La Casa de Campo fue algo monótono, sin mucho público, pero no se me hizo largo intentando recuperar sensaciones para afrontar la temida parte final. Casi saliendo del pulmón madrileño, me adelantó la liebre de 3h 15’ (¿pero a qué ritmo había estado corriendo?) y, por un momento, mi mente competitiva tuvo la idea de seguirla. Sin embargo, por una vez, fui inteligente en carrera y decidí conservar fuerzas para el tramo final. Había perdido 12 días de entrenamiento por lesión, y no había que tentar a la suerte. Sabia decisión.

Cuando sales de La Casa de Campo, empieza la "fiesta". Kilómetro 35, salida por Madrid Río, se rodea el Vicente Calderón y empieza la subida por detrás de Pirámides. La subida es continua y en unos 50 metros se vuelve incluso muy empinada, la gente empieza a bajar ritmo y a caer como moscas, pero yo me iba defendiendo gracias al trabajo de cuestas realizado. Desde ahí, paso por Acacias y llegada a Atocha siempre con pendiente aunque no muy pronunciada. Sólo falta la última subida. Al pie de ella, en Atocha, me encontré a la derecha con mis padres y mis suegros que se habían alojado en un hotel cercano, iba bien y subí con fuerza por Alfonso XIII encontrándome a las chicas en la última parte de la subida. El ver a toda la familia me dio el último empujón y pasé con tranquilidad el giro por La Puerta de Alcalá permitiéndome un saludo a la cámara que colgaba de la primera entrada de El Retiro. Estaba disfrutando incluso más que en Florencia, me vino fenomenal guardar fuerzas y nuevamente me escapé del muro.

Miré mi crono y vi que, si apretaba, podía bajar de 3:20h. que eso siempre da prestigio. Dicho y hecho. Lo más duro había pasado, la entrada en El Retiro es en ligero descenso y con la gente llevándote en volandas así que, sin volverme loco, llegué en un magnífico 3:19:38h que era hasta el momento mi mejor marca, 8 minutos menos que en Florencia y 18 menos que en Barcelona en un recorrido mucho más exigente. La medalla de "Finisher" (podéis ver la foto en el apartado MEDALLERO") era espectacular: grande, brillante, colorida y representando la Puerta de Alcalá. Me encanta.

Al día siguiente cumplía 38 años y no se me ocurría mejor forma de celebrarlo. Claramente, CR7 y MAPOMA me habían hecho dos grandes regalos y ya en el horizonte, Berlín 2012.


NOTA FINAL
Para acabar esta entrada, y desde mi poca experiencia maratoniana, no me gustaría dejar sin comentar el camino que lleva @MAPOMA en los últimos años por el cariño que le tengo a la prueba, que sería la única que repetiría, y por haber sido el lugar donde más he disfrutado del maratón hasta ahora. Parece que la organización se ha empeñado en crecer sin sentido, en tener cada año más inscritos a cualquier precio. Se han añadido ya pruebas simultáneas de 10 kms. y de 21 kms., se han creado grandes caos organizativos (en el guardarropa, escasez de medallas, desorden en los cajones de tiempo, etc.). Un desastre. Lo último que se escucha es que incluso se plantean cambiar el recorrido para hacerlo más asequible ¿? No lo entiendo. 

MAPOMA es duro y esa es su grandeza, ya hay otras pruebas en España con recorridos asequibles para poder hacer marca (Valencia, Sevilla, San Sebastián, etc.). Todo el que acaba una maratón es un héroe, si acabas MAPOMA, lo eres aún más, no le demos más vueltas. Si Madrid quiere tener más gente tiene que mejorar en la organización, en los servicios que ofrece, activar los recorridos más flojos del circuito, … pero no perder su filosofía de final durísimo y no mezclar otras pruebas que perjudican el rendimiento final de los maratonianos y provocan el caos. Superar los 7 kilómetros finales de Madrid, es un regalo que muy pocos privilegiados tienen a su alcance.

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