Recorriendo el mundo a golpe de maratones

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9 de septiembre de 2018

XVII. MARATÓN DEL DESIERTO DE PETRA 01/09/2018 (4h 51' 24")

En 2018 el objetivo era terminar 3 maratones. Después de hacerlo en Marrakech e Isla Mauricio, dos carreras sin nada especial, salvo grandes paisajes, nos decidimos por la espectacularidad y dureza del Maratón del Desierto de Petra (Jordania).
Este Maratón es uno de los 5 que organiza la empresa danesa 'Albatros Adventures', por lo que la participación está condicionada a comprarles el paquete a ellos o a uno de sus agentes. Eso significa que el viaje es caro, pero bien organizado. Llegamos a Amman, la capital, en un viaje de 6 horas desde Barcelona y nos recogieron en el aeropuerto para, en poco más de una hora, dejarnos en un magnífico resort de vacaciones a orillas del Mar Muerto. Aquí disfrutamos/descansamos un par de días probando los barros del Mar Muerto y las distintas piscinas y restaurantes del complejo.

El tercer día se produce por fin el viaje a Petra (3 horas de autocar) con paradas en algunos lugares interesantes de Jordania. El hotel está en una ubicación perfecta, a las puertas de las ruinas de la Ciudad Misteriosa de Petra y, antes de la pasta party para cenar, se realiza la entrega de dorsales y el briefing de la carrera junto a la linea de meta. Nos convocan para esa madrugada a las 5.30h, una hora antes de la carrera, desayunando a las 3.30h am en el hotel.

Para la salida, hay que caminar los 2 kms que separan la entrada del "Tesoro" de Petra, atravesando el desfiladero de rocas, impresionante, que forman el "Siq". Por muchas veces que hayas visto "El Tesoro" en imágenes, la primera vez que te acercas, impresiona. Después de la foto de grupo y tras recorrer 300 metros más hasta la falda de las "Tumbas Reales", tiene lugar la salida con puntualidad. La carrera es dura, lo repiten una y otra vez, y no te engañan. Después de una salida rápida desde Petra, en el kilómetro 3 ya se sube una primera cuesta que apenas permite correr por su dureza.

Después del descenso, se entra en la que, según mi opinión, es la mejor parte de la carrera. Del kilómetro 5 al 9 se atraviesa una zona llana de desierto con caminos sin demasiada arena que permiten llanear a velocidad y, sobre todo, disfrutar de un gran paisaje con animales salvajes (camellos, cabras, ovejas, etc.). Es espectacular.


El siguiente objetivo y, después de varios toboganes, es llegar a "The Rock", en el kilómetro 18. La mayoría de este camino es por asfalto pero, la visión de "The Rock" desde un merecido avituallamiento, es otro aliciente de la carrera. Ya queda poco para llegar al Km. 22 y conseguir la pulsera que acredita que has llegado hasta allí. En ese momento, la carrera se endurece y las cuestas, aunque no muy largas, son bastante duras. Afortunadamente, del 26 al 32 se retorna al camino llano sobre asfalto. Las subidas van pasando factura a las piernas.

En el 32, con las piernas ya muy cansadas, empieza la verdadera dureza de la prueba. Ascenso hasta más allá del Km 35 con un desnivel de +1200 metros. Las imágenes de los corredores en esta zona, ya con pocas fuerzas, son estremecedoras. Calambres, rampas, agotamiento y, la subida, no acaba nunca. Por fin, en el Km. 36 se gira hacia un camino de tierra cuyo final es, de nuevo, la ciudad de Petra. Aunque el inicio del descenso provoca una gran alegría, aún no está todo hecho: el descenso se produce entre toboganes donde prevalecen las bajadas, pero que aún esconden alguna nueva subida para castigar las piernas.

Ya totalmente exhausto, los 2 últimos kilómetros hay que "dejarse caer" hasta la Meta a la que llegué deshidratado (tras casi 5 horas a más de 35 grados) y tuve que ser atendido unos minutos hasta recuperar de nuevo las fuerzas, hacer las típicas fotos con la medalla y regresar a comer al hotel, que está a apenas unos metros.

Experiencia muy dura, cerca de lo que viví en la Muralla China, pero muy recomendable. Petra es increíble! ¿Próximo objetivo?

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