Un maratoniano no se puede morir sin haber corrido el original, el mítico, el auténtico, el increíble… Maratón de Atenas! Así que después del intento fallido, por lesión, hace 3 años, por fin pude sufrir/disfrutar de este gran recorrido y entrar en el Estadio de Atenas por la puerta grande. Qué gran sensación!El viaje a Atenas es asequible, en tiempo y forma. Aunque Atenas es una de las cunas de la cultura y origen de toda una civilización, la mayoría de la gente que corre la prueba aprovecha para llegar el viernes (porque se pierde tiempo recogiendo el dorsal, alejado del centro) y volver en el último avión del domingo por la noche. Estos 3 días permiten ver la gran mayoría de monumentos famosos de la ciudad incluido algún Museo, como el de la Acrópolis. En un viaje al que fui acompañado por mis padres, que no habían estado nunca. Así que, después de recoger el dorsal y comer por Plaza Syntagma, hicimos la dura y típica subida por las escaleras hasta la Acrópolis. Es importante aprovechar primera hora de la mañana o la hora de la comida para evitar grandes aglomeraciones. Llegar andando desde Syntagma carga tus piernas pero es un camino muy agradable e interesante.
La visita al Partenón, o lo que queda de él, es imprescindible.
Lo mejor de esta carrera, bajo mi punto de vista, es que tiene la salida en el lugar original que da lugar a la leyenda de Filípides y, sobre todo, en el lugar real (y de eso sí que no hay duda) desde el que partió el primer Maratón de los JJOO: El Estadio de Maratón. La organización es muy buena, desde las 5,30 am salen autocares continuamente desde 6 estaciones de metro estratégicas, por lo que muy mal se te tiene que dar para que tu hotel no esté cerca de una de ellas. Tras un tranquilo recorrido de 45 minutos en autocar, se llega a Maratón y se puede visitar el Museo del Corredor (por fuera, abren a las 9.00 am), el Estadio y las callejuelas del pequeño legendario pueblo de la batalla. Hay muchos servicios para el corredor, lavabos, cafeterías, etc. para poder esperar con calma y, preparar, el inicio de la carrera. Lo normal es llegar allí a las 7,00 am por lo que hay … 2 horas de espera!
El perfil, como ya anuncian en su web, es DURO. No engañan a nadie, es una de las más duras de su nivel, sobre todo en Europa y, en mi ranking, estaría entre las más duras después de La Muralla China, Desierto de Petra y quizás, a la altura del Brutal Marathon de Aalborg. No me extraña que Filípides muriera … La salida de Maratón es tranquila, 5 kms por el pueblo y hasta el 10, el camino es llano. En ese momento, sin previo aviso, la carretera empieza a subir mientras atraviesas pueblos y, aunque en su perfil indican que es zona de “toboganes”, las subidas son más y más pronunciadas que las escasas bajadas. Lo duro, sin embargo, empieza en el Km. 20: ascenso continuado y progresivo hasta el Km. 32, más de una hora apretando los dientes que hay que tomarse con mucha calma y siendo muy inteligente. Creo que este fue mi gran acierto para completar con éxito la carrera.
En el 32 empieza un ligero descenso ya hacia Atenas que te hace pensar que ya está todo hecho, así que las piernas se embalan. Esto puede llevarte al fracaso y, afortunadamente, fui capaz de reprimir el ímpetu y las ansias de llegar a Atenas y en el 35 bajé el ritmo para poder llegar en buenas condiciones. De aquí al final, ya un plácido camino con alguna pequeña subida, entrando en Atenas, que sólo se vio alterado por un fuerte calambre que tuve en el Km. 40 fruto de las continuas subidas superadas. Tras estirar, pude reanudar la carrera (llegué a temer por ello) y entrar todo lo fuerte que pude en un marco increíble y un ambiente aún mejor en el Estadio de Panathinaikós, donde mis padres, en la grada, me pudieron ver llegar.
Después del desastre de Australia, me volví a sentir corredor y, sobre todo, disfruté de la prueba original y la sufrí, todo lo que pude.
Increíble experiencia!
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