Llegaba muy ilusionado a San Petersburgo (Rusia). Primero porque, tras no poder completar en Atenas (por lesión) el Maratón número 13, había podido entrenar sin lesiones (con mucho menos volumen, eso sí) esta vez y llegaba "sano". Y después, por el atractivo de esta gran ciudad que iba a recorrer casi al completo.